Investigadores del CONICET realizaron un sorprendente descubrimiento peleontológico en la parte rionegrina de la Patagonia. Se trata de restos fósiles que datan de hace 90 millones de años atrás que permitirá conocer más sobre el origen de una especie animal. Conocé los sorprendentes detalles en esta nota de Patagonia Andina.
La Patagonia, nuevamente escenario de un descubrimiento paleontológico
La Patagonia es una región muy rica, no solo en belleza natural, sino también en materia paleontológica. Esta región fue surcada, hace millones de años, por una gran cantidad de especies de distintos tipos y tamaños. Sin ir más lejos, fue el hábitat del dinosaurio más grande del mundo hallado hasta el momento: el Patagotitan. Un herbívoro de 20 metros de alto y 40 de largo, que ostentaba un peso de 80 toneladas. Equivalente a 14 elefantes adultos. Increíble.
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En este sentido, la zona patagónica se convirtió, una vez más, en el escenario principal de un gran descubrimiento. Este último aportará enormes datos para conocer más sobre el origen de una especie animal que habita, hoy en día, nuestro planeta. El importante hallazgo realizado data de 90 millones de años atrás, durante el período Cretácico.
Cuando el mundo era otro muy distinto al que conocemos. En ese entonces se originaron importantes cadenas montañosas como la cordillera de norteamérica, los Andes y el titánico Himalaya. Además, el planeta era habitado por los populares Tiranosaurio Rex y Triceratops.
El importante descubrimiento paleontológico en la Patagonia
Concretamente, los investigadores del CONICET hallaron, al noroeste de Río Negro en inmediaciones al embalse Ezequiel Ramos Mexía, más restos fósiles del enigmático Overoraptor. Los primeros restos del dinosaurio se hallaron en 2013 durante una breve expedición a que solo permitió recolectar algunos elementos del esqueleto, en especial una pequeña garra afilada de la pata, que indicaba que se trataba de un dinosaurio “raptor”.
Pero, la cosa no quedó ahí. En febrero de 2018 el licenciado Matías Motta, becario doctoral de CONICET, encabezó la expedición donde paleontólogos, técnicos y estudiantes dieron con más restos del mismo ejemplar. Se recuperaron más materiales del esqueleto incluyendo vértebras, elementos de las cinturas escapular y pélvica, como así también huesos del ala y de las patas.
Las sorprendentes revelaciones de los nuevos restos fósiles
Cuando los investigadores estudiaron al fondo los flamantes restos que habían hallado encontraron rasgos anatómicos únicos en comparación con otros raptores. Esto les permitió llamar al dinosaurio Overoraptor chimentoi, (“overo” alude a que los huesos del ejemplar tenían manchas oscuras y blancas) y en honor al doctor Nicolás Chimento, quién fuese el descubridor de los primeros fósiles de esta especie.
En tal sentido, los invesigadores determinaron que, por sus características únicas, se trataba de una nueva especie para la Argentina diferentes a otros dinosaurios conocidos. “Era un dinosaurio raptor”, destacó en diálogo con Infobae Matías Motta el investigador del CONICET que encabezó la expedición.
“El Overoraptor – prosiguió Motta – tiene características únicas como un brazo bien alargado, con elementos más ingráciles, muy similares a lo que serían hoy las alas de las aves. Cuando estudiamos a fondo la anatomía del ala del Overoraptor encontramos diferencias con otros dinosaurios raptores ya conocidos para Sudamérica que se llaman unenlágidos, familia en particular que vivieron acá pero que no tienen estas características del Overoraptor, pero sí las tienen las aves”.
Características del Overoraptor
Según un estudio anatómico del Overoraptor se trataba de un animal pequeño, de un metro y medio de largo, aproximadamente. Estaba provisto de largos brazos y patas, era un veloz corredor y sus extremidades portaban una gran garra curvada y filosa en el segundo dedo.
Asimismo, al analizar los brazos del Overoraptor, los científicos hallaron rasgos avianos, es decir, características relacionadas con el vuelo, lo cual sorprende al tratarse de una especie corredora. Al igual que las aves voladoras, los brazos del Overoraptor eran capaces de moverse de manera equilibrada para conseguir mayor balance y precisión, tal como lo hacen hoy en día las aves corredoras como el ñandú.
Un descubrimiento en la Patagonia que abre nuevas puertas
El descubrimiento del Overoraptor ayudará a los investigadores a conocer más sobre los cambios anatómicos que sucedieron en el linaje de dinosaurios que derivó en las aves, mostrando que muchos rasgos que se creían presentes únicamente en aves voladoras ya habían evolucionado en dinosaurios corredores como el Overoraptor.
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Motta reveló que al analizar en profundidad los restos fósiles “encontramos que era muy similar a uno en particular denominado Rahonavis de Madagascar, también del Cretácico superior, y esto habla de una relación entre estos dos continentes (América del Sur y África), y que hay un clado -agrupación que contiene un antepasado común y todos los descendientes- no conocido hasta la actualidad de dinosaurios raptores para el hemisferio Sur”.
Foto de portada: Matías Motta